«Treinta años de matrimonio desmoronados, pero la vida continúa»
Muchos nos envidiaban por nuestro matrimonio duradero. Pero ahora, todo se ha desmoronado. Me enamoré de mi vecino, José, cuando era joven. Hoy, todo ha cambiado.
Muchos nos envidiaban por nuestro matrimonio duradero. Pero ahora, todo se ha desmoronado. Me enamoré de mi vecino, José, cuando era joven. Hoy, todo ha cambiado.
Emilia era la encarnación de una mujer común, que se enamoró profundamente de su marido, Oliverio. Oliverio la convenció de que su lugar estaba en el hogar, cuidando de él, de su casa y de los hijos que tendrían en el futuro. Sin embargo, la vida tomó un giro inesperado cuando Emilia se marchó, dejando a Oliverio con su hijo y una modesta suma de dinero. Cinco años más tarde, sus caminos se cruzaron de nuevo, llevando a un desenlace imprevisto.
Muchos de nosotros, que crecimos en ciudades vibrantes, quizás nunca comprendamos el encanto y la simplicidad de la vida en un pequeño pueblo. Para mí, este fue un capítulo lleno de recuerdos inolvidables: pescar en el río, beber la limonada más fresca y vivir el primer amor. Pero, al volver después de 14 años, me encontré con un sentimiento antiguo de una manera que nunca podría haber imaginado.