«Esta es mi casa: Si no puedes seguir las reglas, no tienes por qué quedarte»
Emma nunca tuvo mucho aprecio por su nuera, Carla, pero dado que su hijo, Alberto, la amaba, la aceptó en la familia de mala gana. Sin embargo, la paciencia de Emma se agota a medida que aumentan las tensiones sobre las normas del hogar, lo que lleva a una resolución inesperada y sombría.