La decepción de mi nuera con nuestro jardín familiar

La decepción de mi nuera con nuestro jardín familiar

Tras jubilarnos, mi esposo y yo decidimos invertir en una pequeña propiedad en el campo, no muy lejos de nuestra ciudad. Renovamos la casa y dedicamos mucho esfuerzo en crear un hermoso jardín de verduras y frutas. Plantamos pepinos, tomates, frambuesas, grosellas negras, grosellas, arándanos y fresas, pensando en nuestros nietos. Sin embargo, la reacción de nuestra nuera no fue la que esperábamos, lo que llevó a un giro inesperado de los acontecimientos.