La inversión de la suegra transforma nuestra casa en su propiedad, incluyendo visitas sin aviso
Creciendo en una comunidad unida en el Medio Oeste, donde las puertas siempre estaban abiertas y los vecinos eran tratados como familia, la suegra de Ana, Sofía, parece haber llevado este espíritu comunitario un poco demasiado lejos en los tiempos modernos. Después de contribuir a la compra de la casa de Ana y su esposo, Tudor, Sofía trata su hogar como si fuera el suyo, apareciendo sin avisar y quedándose demasiado tiempo. Esta historia explora los límites de la familia, la generosidad y la intimidad en el mundo contemporáneo, donde las líneas a menudo se desdibujan.