"Sin cuna, sin cambiador, ni siquiera ropa de bebé: cuando llegamos a casa, vi un desastre horrible"

«Sin cuna, sin cambiador, ni siquiera ropa de bebé: cuando llegamos a casa, vi un desastre horrible»

– Mi alta del hospital no fue como ninguna otra. Mi marido, Alejandro, estaba ocupado con el trabajo y vino a recogerme directamente desde la oficina. Le había pedido que se tomara un tiempo libre o al menos un día libre, pero su jefe no se lo permitió. También le había pedido que preparara todo para la llegada del bebé, y me aseguró que nos encargaríamos de todo: la colada, las compras, la limpieza.