La suegra desagradecida que lo devoraba todo y no movía un dedo
Mi relación con mi suegra, Gracia, siempre fue cordial. Así que, cuando pidió quedarse con nosotros temporalmente hace seis meses debido a renovaciones en su casa, no vi ningún problema. Poco sabía yo que Gracia aprovecharía nuestra hospitalidad, consumiendo todo lo que cocinaba sin ofrecer ayuda o gratitud alguna, tensando la dinámica familiar hasta el límite.