Sin embargo, este cambio no fue del agrado de Pablo. Acostumbrado a gestionar sus finanzas y tomar decisiones sobre los gastos, le resultó difícil renunciar al control. Argumentaba que su sistema de presupuesto había funcionado bien durante años y no veía razón para cambiar. Por otro lado, Isabel sentía que su contribución a los ingresos familiares le daba derecho a opinar sobre cómo se gastaba el dinero, especialmente en algo tan personal como los regalos para su propia madre

Sin embargo, este cambio no fue del agrado de Pablo. Acostumbrado a gestionar sus finanzas y tomar decisiones sobre los gastos, le resultó difícil renunciar al control. Argumentaba que su sistema de presupuesto había funcionado bien durante años y no veía razón para cambiar. Por otro lado, Isabel sentía que su contribución a los ingresos familiares le daba derecho a opinar sobre cómo se gastaba el dinero, especialmente en algo tan personal como los regalos para su propia madre

Durante años, Pablo estuvo a cargo de comprar regalos para la madre de Isabel, ya que él era el principal sostén económico mientras Isabel cuidaba de sus hijos. Sin embargo, cuando Isabel volvió al trabajo y asumió la responsabilidad de comprar los regalos, surgieron tensiones. A Pablo no le agradó el cambio, lo que llevó a consecuencias inesperadas para su relación.