«Los niños no son plantas; no crecen solos»: dice la hermana
A veces me asombra la insensibilidad y arrogancia de las personas. Me indigna especialmente cuando esos actos terribles son cometidos por personas cercanas y queridas para mí. Esta historia se desarrolla en el corazón de España, arrojando luz sobre las crudas realidades del abandono y las consecuencias de descuidar las responsabilidades familiares.