«Mi nuera se ofendió cuando le ofrecí nuestros muebles viejos»: ¿Deberíamos siempre anteponer las necesidades ajenas?
¿Es necesario siempre anteponer nuestras necesidades y comprar todo nuevo para nuestros hijos? Mi nuera, Isabel, parece perpetuamente insatisfecha. No importa lo que se haga, nunca parece contenta, siempre encuentra algo de qué quejarse, y su mirada crítica podría ser casi letal. A veces, incluso siento pena por mi hijo, Carlos.