«Cuidando a la abuela Luisa: Cuando la paciencia se agota»
Luisa no es una anciana malhumorada, y me considero una persona compasiva y comprensiva. Pero cuidar de ella se está volviendo cada vez más difícil. A los 94 años, Luisa sufrió una caída hace dos años, lo que resultó en una fractura por compresión vertebral. Después de meses en cama, comenzó a caminar de nuevo, pero los desafíos del cuidado están pasando factura. Esta es mi historia de lucha y las emociones complejas que acompañan el cuidado de un ser querido mayor.