Encontrando Fe en las Dificultades Financieras
Una historia personal de cómo la fe y la oración ayudaron a navegar una situación financiera difícil que involucraba expectativas familiares y vivienda.
Una historia personal de cómo la fe y la oración ayudaron a navegar una situación financiera difícil que involucraba expectativas familiares y vivienda.
Una historia personal de cómo la fe y la oración me ayudaron a navegar una situación familiar desafiante relacionada con la herencia y las relaciones entre hermanos.
Mi marido y yo tenemos un hijo pequeño y llevamos casados 6 años. Durante este tiempo, hemos enfrentado numerosos desafíos: problemas financieros, problemas de confianza en nuestro matrimonio, desempleo y crisis de salud mental. Pero logramos superarlo todo juntos y éramos felices hasta hace poco. Mi marido, Alejandro, es hijo único y su padre, Rogelio, vive fuera de la ciudad. Vivimos en el piso de Alejandro. Sin embargo
Una historia personal de cómo la oración y la fe me ayudaron a manejar una situación complicada con mis suegros.
Me han invitado durante años, pero siempre rechacé. Ahora, he decidido pensar en mí misma. Mis hijos ya son adultos. Mi hijo Carlos cumplió 35 años este año.
Aunque recientemente cumplí 63 años, me siento mejor que hace 20 años. Esto es lo que significa tomar el control de tu vida y comer saludablemente. Aconsejo a todos considerar esto, ya que siempre hay tiempo para un estilo de vida saludable. Pero mi historia trata de otra cosa. Quiero compartir un incidente que ocurrió entre mi hijo, Carlos, y yo.
Una historia personal de cómo la fe y la oración nos ayudaron a navegar un período difícil cuando mi suegro se mudó con nosotros durante cinco meses.
Recientemente, Adeline compartió una situación extraña que se desarrolló en su familia. Siempre supo que Roger tenía un hijo, pero nunca consideró completamente las implicaciones.
Una historia personal de cómo superar dificultades financieras y tensiones matrimoniales a través de la fe y la oración.
Estaba embarazada cuando mi marido me dejó por otra mujer. Estaba destrozada y preocupada, pero no me rendí. Durante ese tiempo, trabajaba en una oficina.
Era una gran reunión familiar. Casi todos tenían varios hijos, excepto nosotros: solo tenemos uno. Algunos incluso tenían cuatro hijos. Por alguna razón, mi cuñada pensó que era mi deber cuidar a su hijo.
Una historia personal de cómo la oración y la fe ayudaron a enfrentar el desafío diario de cocinar comidas frescas para un esposo exigente.