«Mis padres no conocerán a sus nietos por culpa de la codicia»: Llamaron para disculparse, pero el perdón estaba fuera de mi alcance
Mi madre, Gabriela, nunca cursó estudios superiores, un hecho que mi padre, Jorge, nunca dejó de recordarle. Éramos una familia muy unida, viviendo juntos con mis abuelos en un pequeño pueblo. Cuando tenía seis años