De amigas de la familia a suegras en conflicto: La boda que nos dividió
Carolina y Rosa eran las mejores amigas desde la infancia, soñando con el día en que sus hijos, Daniela y Alberto, se enamorarían y se casarían. Su sueño se hizo realidad, pero la alegría fue efímera. Lo que debía ser la unión de dos familias enamoradas rápidamente se transformó en un amargo conflicto, desgarrando a todos.