Contenido: Sentada en la tranquilidad de mi salón, rodeada de innumerables elogios y fotos de mi hija, Victoria, no puedo evitar sentirme culpable. Es una sensación extraña, considerando que, desde fuera, Victoria es la personificación del éxito y la bondad. Posee dos títulos avanzados, dedica su tiempo libre a su hija y es universalmente considerada como una persona positiva y maravillosa. Su carácter es simplemente gentil y lleno de amor. Y, sin embargo, aquí estoy, luchando con un corazón pesado y un descubrimiento inquietante: Parece que soy yo la culpable. Crié a mi hija de una manera que dificulta su capacidad para construir su propia vida

Contenido: Sentada en la tranquilidad de mi salón, rodeada de innumerables elogios y fotos de mi hija, Victoria, no puedo evitar sentirme culpable. Es una sensación extraña, considerando que, desde fuera, Victoria es la personificación del éxito y la bondad. Posee dos títulos avanzados, dedica su tiempo libre a su hija y es universalmente considerada como una persona positiva y maravillosa. Su carácter es simplemente gentil y lleno de amor. Y, sin embargo, aquí estoy, luchando con un corazón pesado y un descubrimiento inquietante: Parece que soy yo la culpable. Crié a mi hija de una manera que dificulta su capacidad para construir su propia vida

Mi hija, Victoria, tiene dos títulos universitarios, es una madre dedicada y una persona maravillosa con un espíritu gentil. Sin embargo, he llegado a la conclusión de que mi estilo educativo pudo haber limitado inadvertidamente su capacidad para forjar su propio camino en la vida.

El profesor que dejó de intentar justificar su asignatura a los adolescentes

El profesor que dejó de intentar justificar su asignatura a los adolescentes

Esta carta es más un grito del corazón que una súplica. Sin embargo, sirve como una valiosa lección tanto para jóvenes como para adultos. «Queridos adolescentes, ¿os gusta la escuela? Espera, déjame reformular eso. Probablemente lo veáis como un mal necesario, ¿verdad? Pero, ¿y si os dijera que las asignaturas que enseñamos son más que simples casillas a marcar en vuestro camino hacia la graduación?» Continúa leyendo «El profesor que dejó de intentar justificar su asignatura a los adolescentes»