"Mamá, perdóname por haber nacido. No es mi culpa. Pronto, ya no me verás más": El desgarrador ruego de Marta

«Mamá, perdóname por haber nacido. No es mi culpa. Pronto, ya no me verás más»: El desgarrador ruego de Marta

Marta comenzó el primer curso con ilusión. Su madre, Victoria, le había comprado un ramo de flores y le había peinado con trenzas. Parecía un comienzo perfecto, pero Marta siempre sentía que la frecuente ira y los gritos de su madre significaban que no era amada. A pesar de ser obediente y siempre ayudar en casa, Victoria parecía perpetuamente insatisfecha. Un día, Marta