«Hija insiste en que su padre debe mudarse a una residencia de ancianos»: Carlos afronta con reticencia dejar el hogar que tanto amaba
De pie en el porche de la casa que había llamado hogar durante décadas, Carlos sentía un temblor en las manos que no podía calmar. Acababa de tener una conversación angustiosa con su hija, Marta, quien insistía en que era hora de que se mudara a una residencia de ancianos debido a la falta de espacio en su pequeño hogar. La casa tenía solo dos modestos dormitorios: uno para Carlos y otro para su hija y su familia.